Restauración de los conjuntos escultóricos del Puente de Toledo: San Isidro y Santa María de la Cabeza
La Dirección General de Patrimonio Cultural ha promovido durante 2023 la restauración de las esculturas de San Isidro y Santa María de la Cabeza, en el marco de las actividades del IV Centenario de la canonización del santo.
El Puente de Toledo fue declarado en 1956 Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, y es una de las obras más representativas del barroco madrileño.
Fue construido entre 1718 y 1727 por el arquitecto Pedro de Ribera (1681-1742), quien con este trabajo inició una fructífera serie de intervenciones urbanísticas y arquitectónicas encargadas por el Corregidor de la Corte, el Marqués de Vadillo, que le convirtieron en el autor más influyente en la arquitectura madrileña del momento.
Sobre el arco central del Puente de Toledo se erigen dos magníficos templetes barrocos que dan cobijo a sendas esculturas de San Isidro Labrador (1080-1130) –patrón de Madrid y de los agricultores – y de su esposa Santa María de la Cabeza. Las estatuas, ubicadas sobre el pretil mirándose, fueron realizadas por el escultor Juan Alonso Villabrille y Ron (1663-1732) por encargo del arquitecto director, Pedro de Ribera (1681-1742).
Estos elementos excepcionales de rica y diversa ornamentación tallada contienen muchos de los rasgos más representativos del estilo barroco madrileño y, en particular, del lenguaje arquitectónico de Pedro de Ribera.
Tanto el puente como las esculturas han sufrido un deterioro progresivo, que hizo necesario llevar a cabo numerosos trabajos de restauración; los primeros tuvieron lugar en el primer tercio del siglo XIX y a ellos les siguieron diversas actuaciones en los años 50-60 y 90 del siglo XX. La última intervención, finalizada en el año 2015, supuso un tratamiento completo de limpieza y consolidación de los casalicios de granito con las dos esculturas de caliza.
Transcurridos ocho años, en 2023, se ha acometido una intervención que contempla los ensayos necesarios para el conocimiento exhaustivo del estado de la piedra (superficies alteradas y zonas con manchas) y los productos empleados en tratamientos anteriores, así como para comprobar la eficacia de los tratamientos a realizar de limpieza e hidrofugación. Concretamente se han ejecutado:
-Un análisis petrográfico de las alteraciones de la caliza y del granito: análisis de superficie, análisis en sección para ver profundidad de tratamientos, etc.
-Un inventario de patologías existentes.
-Un análisis de orgánicos para conocer la naturaleza exacta del tratamiento/s.
-Una caracterización petrológica y alterológica de las diferentes fases de morteros.
Por otro lado, en las esculturas calizas de Santa María de la Cabeza y de San Isidro y en los escudos superiores se han llevado a cabo los siguientes trabajos:
-Limpieza superficial a base de brochas finas y aspirador.
-Reposición de morteros en todos los puntos donde se contemple su necesidad.
-En las zonas con fisuración y descamaciones se realiza un microsellado puntual con mortero fluido.
-Tratamiento de hidrofugación.
-Tratamiento de inertización y protección de los elementos metálicos que presenten oxidación.
Y en los casalicios de granito se ha realizado una revisión minuciosa de la estabilidad de todos los elementos; los posibles fragmentos sueltos o desprendidos se han cosido con varillas de fibra de vidrio y con resina epoxi, sellando la superficie con mortero de cal. Además, se han hecho:
-Limpieza superficial a base de brochas finas y aspirador.
-Eliminación de los morteros de cemento y morteros dañados existentes y reposición, sellado de juntas, grietas, fisuras y oquedades con morteros de cal de restauración.
-Tratamiento de hidrofugación.
-Inertización y protección de los elementos metálicos que presenten oxidación.
-Eliminación de las plantas que se encuentran en los desagües del monumento.
Los trabajos se han desarrollado entre los meses de marzo y abril y han supuesto una inversión de 33.000 euros.